Historia de Nhova

5.000 años atrás...

Los grandes países de Nhova vivían en completa armonía gobernados por los humanos, que eran dueños y señores de las razas más pobres. La paz era avalada por los tres dioses de Nhova, los cuales eran especulados como humanos que habían tomado el poder del "Péndulo", un artefacto ancestral y vital que se encargaba de mantener el equilibrio del espacio-tiempo. Los dioses, temerosos de perder sus poderes, encerraron el Péndulo en los más inauditos confines de Nhova y crearon a un ser inmortal que pudiera protegerle. El nombre de dicho ser era Rotsucleo.

Nunca fueron advertidas las potencias humanas de la creación de un nuevo elemento que los sobrepasaba. Incautos, los tres dioses confiaron en su guardián, pero su arrogancia les hizo olvidar que Rotsucleo seguía teniendo sentimientos humanos. Y entonces, en una víspera de invierno, el cielo se tornó opaco y los segundos se volvieron torturas. Los dioses no se dieron cuenta de la traición inmediatamente, ya que se regodeaban y dejaban llevar por sus infinitos poderes.

Fue demasiado tarde cuando toda Nhova se consumió en pena, y Rotsucleo se alzó poseedor del Péndulo y regente de toda vida. La diosa más joven, Nirvana, al enterarse de la catástrofe que ella había ayudado a maquinar, decidió sacrificarse a espaldas de sus hermanos omnipotentes. Sacrificando su poder, pudo crear a cuatro guerreros con fuerza parecida a la de Rotsucleo. Y una profecía cayó sobre los condenados humanos, una profecía que otorgó la última gota de esperanza sobre Nhova. La Profecía de los Guerreros de la Luz.

Edad Profética de Nhova - Hace 4.200 años...

Sin el Péndulo, los dos restantes dioses no tenían la potestad de salvar el mutilado mundo de Nhova, que pagaba una penitencia sin precedentes. Fueron años de ruegos, años de desesperación. Y para algunos, años de esperanza, y creencia. Nadie tenía pista alguna sobre la misteriosa profecía esparcida por Nirvana, pero muchos intentaban su cumplimiento. Rotsucleo, elevado en su trono e impregnado del todopoderoso poder del Péndulo, no podía tener idea alguna de que pudieran existir cuatro entes destinados a ponerle fin.

Así decía la Profecía:

"Oh, dulce odisea del destino, advenimiento maléfico cuyas fauces caen, penetrantes a la vida, destructoras de recuerdos, arraigadas de traición infinita. El porvenir osa portar el deje del sufrimiento, pero se imbuye de la omnipresente luz. La luz caerá, como una lanza del guerrero más fiel, atravesando las fauces de la bestia. La luz que impregna a cuatro eminencias, cuatro opuestos al traidor, cuatro salvadores del cosmos."

Fue llamada la Edad Profética. Por 800 años, surgieron pequeños grupos de Peregrinos que marchaban hacia el Rito de la Profecía, un espectáculo que se llevaba acabo cada cien años y que presagiaba la esperada llegada de los cuatro guerreros. El viaje era sumamente peligroso, ya que los engendros que Rotsucleo comandaba estaban enterados de la osadía de los Peregrinos, y los mataban cruelmente.

Al observar las aberraciones que sufría Nhova, el ex-dios Feliath decidió dar la espalda a su arrogante hermano y comandar un ejército de Peregrinos para liberar las localidades que sufrían espasmos por Rotsucleo. Más de 10.000 humanos se alistaron para una batalla inesperada, y Feliath se colocó en primera fila listo para la dulce muerte, una muerte que intentaba la liberación.

Rotsucleo mismo encaró al ejército de humanos. Se libró la batalla más épica de todos los tiempos, la Gran Batalla del Peregrinaje. Sobra decir que duró días de arduas matanzas, pero al final, Feliath quedó a merced del maligno Rotsucleo, el cual le echó una ojeada llena de odio antes de elevar su arma para acabar con él. Pero entonces...

Edad Luminosa de Nhova - Hace 3.000 años...