Primer piso

Cualquiera queda fácilmente impresionado cuando entra por primera vez a la Taberna. Uno espera una gran barra con algunas mesas y el denso olor a alcohol flotando por el aire, y sin mencionar el humo de los cigarrillos. Pero éste lugar era algo completamente diferente a la concepción de taberna que una persona normal puede tener.

Para empezar, la puerta principal (es decir el lugar donde varios se quedan atónitos) es enorme, una de las más grandes que se ve por la ciudad. Por dentro se puede apreciar una gran fuente de plata decorada con plantas y justo encima hay un extenso cristal en el techo que permite la entrada del sol por las tardes.

Las mesas, incontables. Uno tardaría al menos media hora en pasearse por cada una de ellas. En cuanto a la "barra" (claramente los conceptos de este lugar son diferentes, no hay duda), se puede decir que cuenta con más de diez empleados expertos en su trabajo. Y, lo mejor de todo, ¡los precios son bastante accesibles!

Pero no te adelantes, aventurero, esto es solo el comienzo. ¿Interesado en atravesar la gran escalera para subir a la planta alta? Tal vez puedas, tal vez no. Solo los más importantes tienen acceso a ella.

Mientras tanto, a relajarse. Todo caminante necesita de una buena cerveza de vez en cuando.